La subversión de las imágenes
Por Julie Delabarre
La subversión de las imágenes: fotografía surrealista en la sala Recoletos de la Fundación Mapfre, del 18 de junio al 12 de septiembre.
Si el Surrealismo es una de las vanguardias artísticas de la primera mitad del siglo XX más famosas, la exposición organizada por la fundación Mapfre, en colaboración con el Centre Pompidou y el Fotomuseum Winterthur nos demuestra que nos queda todavía mucho por descubrir.
El movimiento surrealista nace en los años 1920 en París, definido por su líder André Breton en el Primer Manifiesto Surrealista (1924) como “un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral”.
Los surrealistas harán uso de todos los medios a su alcance para vivir su arte, para que hable el inconsciente y definir la “verdadera función del pensamiento”: literatura, escritura automática, pintura, cadáver exquisito, fabricación de objetos, collages, cine…. Y por supuesto, la fotografía. El descubrimiento de las posibilidades plásticas de la fotografía, relegada desde su creación a una función retratista y periodística es un fenómeno relativamente nuevo. Los surrealistas aprovecharán entonces la joven fotografía artística para distorsionar la realidad de un modo totalmente nuevo, jugando con una variedad impresionante de técnicas y temas.
Esa riqueza está asombrosamente bien reflejada en la exposición que nos ofrece la Fundación Mapfre. Organizada por temáticas y muy bien documentada, recorre las problemáticas surrealistas con obras originales, generalmente poco conocidas, pese al famosísimo Violon d’Ingres de Man Ray ilustrando el cartel.
Más de 400 obras para redescubrir su extenso terreno de juego artístico, con la grata sorpresa de encontrarse con obras de surrealistas usando la fotografía sin ser fotógrafos, como Breton, Magritte o Artaud, y también de fotógrafos, no necesariamente surrealistas como el maestro Cartier-Bresson. Cuenta, además, con las fotografías de Brassaï, Man Ray, Boiffard, Cahun, Kertész y muchos más.
La subversión de las imágenes, título directamente inspirado de una serie de fotografías particularmente graciosa del belga Paul Nougé, es una de las exposiciones más importantes sobre la fotografía surrealista de estos últimos años, tanto por la cantidad de obras y de documentación como por la calidad de la exposición que tiene el mérito de mostrarnos el surrealismo de una manera clara, divertida e inteligente, yendo mucho más lejos de lo que solemos conocer de esta vanguardia. Sin prescindir del aspecto onírico, muy presente en la exposición, también podemos contemplar fotografías más sencillas, sin «trucos mágicos»: juegos en el recién llegado fotomatón, escaparates e importancia del texto, fachadas y edificios… Perspectivas a veces olvidadas de esta corriente, mientras Breton se apropiaba esta expresión de Rimbaud «cambiar la vida por cambiar la mirada».
Brassaï, justamente, ilustró numerosas revistas surrealistas con estas fotos de paisajes urbanos sin retoques; y como bien dijo: «No hay nada más surreal que la propia realidad».
La subversión de las imágenes. Del 18 de junio al 12 de septiembre. Sala Recoletos de la Fundación Mapfre, Paseo de Recoletos,23. 28004, Madrid.
Me gusta mucho, Julie.