Javier Riaño en New York
Por Patricia Torre Dusmet.
Javier Riaño
Fundación Gabarrón-Carriage House Center for the Arts (New York)
http://www.gabarronfoundation.org/Default.aspx?tabid=2207
Del 19 de mayo al 15 de julio de 2010
Desde el otro lado del charco, New York, nos llega una muestra con la que el artista Javier Riaño (Bilbao, 1959) presenta en Estados Unidos algunas de sus pinturas más recientes. Al mismo tiempo que supone la primera exposición individual del artista vasco en la Gran Manzana.
Bajo el nombre de Javier Riaño, tiene lugar el espacio de la Fundación Gabarrón de Nueva York, punto de encuentro e intercambio entre la cultura hispana, un elogio al silencio a través de sus paisajes y arquitecturas, en los que el vacio se perfila como pieza clave para la autorreflexión y el análisis.
En una sociedad como la actual en la que la sobresaturación de imágenes, sonidos e incluso olores esta a la orden del día y en el que el agitado ritmo de vida delata la propia sociedad capitalista que nos ha tocado vivir. Nos encontramos con nueve pinturas que consiguen, a través de los ocres y grises que dibujan sus espacios, depurar nuestra retina de excesos para conectar con la quietud y el vacio de estos espacios.
Es por su ausencia de transitoriedad y depuración de elementos como estos espacios de preciso dibujo, se acercan en su concepto a los «no-lugares» del antropólogo francés Marc Auge. Aquellos que por su transitoriedad no tienen suficiente importancia para ser considerados como «lugares». Los mismos que por su cotidianeidad son relegados bien por causa o efecto en espacios sin importancia, espacios doblegados al continuo transcurrir de gente anónima movida por su rutina.
Son precisamente estos lugares los que Javier Riaño convierte, con su excepcional interpretación, en protagonistas indiscutibles y en testigos de aquello que ha ocurrido o está por ocurrir.
En ellos podemos identificar lo que bien podria ser una habitación de hotel, una estación, un hall de entrada con escalera de caracol e incluso una playa. Son estos escenarios en los que algunos han querido ver una suerte de asepsia en su neutral existencia, pero que en su profundidad desvelan una intensa contradiccion de incertidumbre y a la vez de sosiego, que dan paso al más puro de los silencios.
Interesante!! Aprovecharé mi visita inminente a New York para intentar pasarme por la Fundación y echar un vistazo a la obra de la que se nos habla. Las fotos me llaman mucho la atención, pero en «directo» todo seguro gana.