Por Néstor García

Los que crecimos con las películas de indios y vaqueros automáticamente íbamos con las figuritas de plástico a jugar al parque. El paso de los años nos ha hecho cambiar el parque por una consola y por fin nos llega la plasmación de todas nuestras fantasías en el Salvaje Oeste: Red Dead Redemption.

Redemption es el juego definitivo del Oeste. Rockstar hizo un notable ensayo con Red Dead Revolver en Ps2 pero la maestría ha llegado en esta secuela (que no es continuista, por cierto).

Decimos todas las fantasías… que no todos los tópicos. Pues Redemption, pese a recordar a clásicos del cine como Grupo Salvaje, Sin Perdón, Centauros del Desierto… se erige como obra original tanto si fuera película como videojuego que es.

Redemption es un sandbox creado por los creadores de los sandbox madre: los GTA. Pese a que la mecánica es muy similar en ambas franquicias Redemption supera los apartados de argumento, ambientación, las variedades en las misiones y fundamentalmente el sistema de tiros. Éste, en Redemption es mucho más cómodo y permite ser ajustado para una especie de apuntado automático (tipo GTA) o en modo experto (el más recomendable pues es cuando el juego se convierte en un reto) en el que toda la puntería depende de tu agilidad con el stick derecho. Prueben a intentar destruir a sus enemigos mientras cabalgan a toda velocidad a caballo y asaltan un tren.

Como ayuda quedará el Dead Eye (presente en el original) que durante tiempo limitado nos permitirá activar una especie de tiempo bala.

Cabalgando hasta el infinito
El mapa del juego quita el hipo: fundamentalmente son tres territorios plagados de asentamientos y cada uno con sus particularidades. Algo atípico y de lo más disfrutable del juego es cabalgar por el inmenso desierto, las praderas, las montañas nevadas o los profundos bosques norteamericanos mientras la climatología cambia, el día sucede a la noche e inclusive tendremos noches abiertas y cerradas. Existe la posibilidad de atajar montando en diligencias pero se pierde buena parte de la maravilla del juego.

He aquí su fuerza gráfica: la ambientación. Los paisajes están clavados, con un realismo asombroso y, al contrario, y en buena decisión, los personajes van persiguiendo un estilo propio verista pero no real. Un absoluto acierto.

Horas y horas
La campaña principal supera con muchas creces las 20 horas. Pero no todo es principal: si queremos acceder a trajes nuevos (con ventajas), armas, caballos… tendremos que superar multitud de desafíos que pasan por: misiones secundarias, cazar, recolectar flores, matar de formas determinadas, saquear el hogar de bandas de forajidos para quedarnos con sus tesoros o incluso, convertirnos en auténticos ludapatas en partidas de Texas hold´em, Black Jack, echando pulsos…

El mapa siempre nos dará cosas que hacer mientras cabalgamos, ya sea ayudar gente, defendernos de forajidos, salvar damiselas en apuros…

Y todo esto sin hablar del abrumador on-line que deja en ridículo a la mayor parte del catalogo actual: por un lado “el modo libre” nos permitirá nosotros solos o con amigos, recorrer el juego a nuestras anchas para completar desafíos, molestar a otros jugadores o proponer partidas multiplayer. Por otro lado, las partidas multiplayer propiamente dichas que pasan por tiroteos de bandas, capturar la bolsa…

Y ojo, que acaba de salir una expansión denominada Forajidos Hasta el Final con más misiones cooperativas. Impresionantes tanto las misiones como que su descarga sea gratuita. Fuerte aplauso a Rockstar.

Poseedores de Xbox360 o Play3 si tienen 70 euros corran a por Red Dead Redemption. Si no los tienen, asalten una diligencia, roben un banco… hagan cualquier cosa pero no dejen pasar de largo esta obra maestra rotunda para cualquier amante de los videojuegos, guste del género que guste.

Nota: 10
Lo mejor: todo (argumento, personajes, ambientación, dinámica del juego…) Perfecto en todos los aspectos.
Lo peor: algunos doblajes (el juego está en V.O.S) sobretodo en México resultaran chocantes a los hispano parlantes.