[Madrid] 1 de julio. Rueda de prensa sobre La urna sangrienta
Luis Alberto de Cuenca, autor del prólogo de la novela, y Miriam López Santos, editora de la obra, ofrecerán una rueda de prensa el próximo jueves 1 de julio, a las 13.00 h, en Ediciones Siruela (c/Almagro, 25).
La urna sangrienta (1834) es, a pesar de su olvido injustificado, el máximo exponente de la novela gótica en España.
“Hasta hace poco los conceptos novela gótica y española no tuvieron nada que hacer juntos (.) pero la prueba del algodón de la existencia de una novela gótica española la ha realizado con éxito Miriam López Santos, editora e introductora de La urna sangrienta“.
(Luis Alberto de Cuenca)
En La urna sangrienta el terror que procede del mundo físico se intensifica gracias al horror que emana del protagonista de la historia. Ambrosio, señor del castillo de Scianella, es un personaje de siniestra naturaleza y de maldad sin límite. Un personaje complejo en el que se materializa un vínculo directo con el mal y el demonio y, al mismo tiempo, un deseo de volver la mirada a Dios. El terror que evoca su presencia y que se desprende de sus actuaciones es abrumador. Es un ser perturbado e inquietante con un destino marcado desde su nacimiento y con un objetivo fijo. Ambrosio es capaz de las atrocidades más inimaginables para conseguir su fin: seducir a la bella e inocente Mandina.
Además, un terrible secreto se esconde en el castillo, en el que muertes, desapariciones, crímenes espantosos y una buena serie de acontecimientos sobrenaturales se suceden sin aparente fin, siempre vinculados al panteón y a una extraña urna de la que mana sangre.
Pascual Pérez y Rodríguez (Valencia, 1804-1868), fue un personaje enigmático y heterogéneo. Ejerció como escritor, profesor, sacerdote, periodista y fotógrafo, siendo uno de los introductores del daguerrotipo en España. Fundó El diario mercantil y Psiquis, uno de los primeros periódicos dedicados exclusivamente a mujeres. Se vio obligado a abandonar la orden sacerdotal por incompatibilidad con sus actividades políticas y literarias. Además de La urna sangrienta, publicó también otras novelas góticas como La torre gótica o El espectro de Limberg (1831) y El hombre invisible o Las ruinas de Munsterhall (1833).