Entrevista a Sara Rosenberg

«La literatura, la buena literatura nunca es una evasión sino un viaje.

Interrogación. Placer. Curiosidad».

Por Carmen Fernández Etreros.

Sara Rosenberg presenta su primera novela infantil La isla celeste, un viaje, una poética fábula que alerta a los pequeños lectores de lo que puede suceder si no se respeta la naturaleza y sus reglas internas. Una isla celeste que empieza a cambiar de color y en la que como consecuencia empiezan a aflorar toda una serie de peligros para los animales que la habitan, los pájaros, las tortugas, las hormigas… Un original libro editado recientemente por Siruela para niños en el que la autora además ha ilustrado con esmero y sensibilidad. Escritora cosmopolita Sara Rosemberg (Tucumán, 1954) ha vivido en Canadá, México y, desde 1982, reside en Madrid. Ha publicado las novelas Un hilo rojo (finalista del premio Tigre Juan 1998), Cuaderno de invierno (2000), La edad del barro (2003) y Contraluz (2008). También ha publicado cuentos, poesía (en la red) y teatro. y en 2006 recibió en Nápoles el premio internacional de teatro La escritura de la diferencia.

S.R. Después de varias novelas para adultos, poesía y cuentos escribes un libro para niños, ¿cómo surge en ti este interés por la literatura infantil?

C.F. Siempre inventaba cuentos para mis hijos, -y ahora para mi nieto-, o bien les leía aquellos cuentos que me gustaban. Creo que como todo género literario, cuando está bien escrito es muy interesante. Y así, un día decidí escribir aquello que antes había narrado oralmente.

S.R. ¿Eras de pequeña una niña lectora? ¿Recuerdas qué libros te gustaban?

C.F. Sí, leía mucho y todo lo que caía en mis manos. Tuve la suerte de ir a una escuela pública donde contábamos con una biblioteca y nuestros maestros nos incitaban a leer y a comentar. Me gustaban mucho Mark Twain, Horacio Quiroga, Monteiro Lobato, Lorca, entre otros, pero tenía también un gran interés en los libros de botánica, zoología y  ciencias naturales. Esos libros que tenían dibujos fantásticos de  plantas, piedras, cristales y galaxias.

S.R. ¿Cómo surge la idea de La isla Celeste?

C.F. Es una historia que surge contándosela noche tras noche a mi nieto Martín. Por eso le dedico así el libro “A Martín autor de esta historia”.

C.F. La isla Celeste es un alegato a favor del planeta y una fábula para alertar a los niños sobre los peligros de no respetar la naturaleza, ¿qué podemos hacer desde la literatura?

S.R. La literatura nos hace más humanos, y creo que eso es lo esencial.

C.F. ¿La literatura infantil debe ser comprometida o simple evasión?

S.R. La literatura, la buena literatura nunca es una evasión sino un viaje. Interrogación. Placer. Curiosidad.  Es la diferencia que hay entre un turista y un viajero.

C.F. En el libro La isla Celeste enferma de melancolía “no ve lo que tiene cerca y desea aquello que no tiene”, ¿enfermamos mucho los humanos de melancolía?

S.R. No lo sé, pero en nuestra sociedad de consumo enfermamos de consumo absurdo. No siempre somos concientes del mundo en que vivimos. El mercado genera deseos muy tontos, y sus armas son los medios de publicidad, la televisión, las revistas de chismes, la prensa, etc. etc. Imponen un modelo de vida dañino sólo para vender más, por eso hay que saber decir no y crear otros modelos, más humanos, más libres.

C.F. En La isla Celeste eres también la autora de sus originales ilustraciones, ¿qué papel debe tener la ilustración en un libro para niños?

S.R. Es esencial, forma parte del texto, y cuanto más lo apoye y amplíe, mejor.

C.F. Después de esta experiencia con la literatura infantil, ¿volverías a repetir?

S.R. Claro, estoy escribiendo mi siguiente libro para niños.