Por Miguel Andúgar

Cuando ya andaba algo cansado de los desafíos lírico-místicos de Nick Cave, una novedad lo devolvió a la zona de habituales en mi discoteca. Grinderman había llegado. A Nick Cave le había dado por echar mano a su guitarra eléctrica y darnos una revisión de sus primeros tiempo. Mucho menos ruido, pero la intensidad se medía de nuevo bajo coordenadas carnales, no espirituales. Macarras, duros de libro, aquellos que desde años atrás se dedicaban a cantar a las esferas de nuevo comenzaban a sudar.

Lo que parecía un capricho pasajero, un disco aislado dentro de la producción del australiano podría terminar siendo toda una carrera paralela donde Cave y compañía de rienda suelta a sus instintos más primitivos. Si ya sabíamos desde hace un tiempo que habría un segundo Grinderman, ahora tenemos fecha definitiva: podéis apuntarlo en el calendario, el próximo 13 de septiembre se pondrá a la venta su segundo largo, publicado por Mute y Anti-. En la mesa vuelve también Nick Launay. El título: Grinderman 2. No podemos esperar, pero nos conformaremos con un tiempo recordando uno de los mejores temas de su estreno: «No pussy blues»

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=WuDP7c3Zd8I[/youtube]