Lorenzo Silva, el “referente de la novela negra española”

Por Elena Rosillo | Fotografía por Ángela Tezanos

El autor de las famosas novelas de Bevilaqcua y Chamorro se reunió en los jardines de Cecilio Rodríguez de Madrid, junto al alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón; el Secretario General del Consejo General del Poder Judicial, Celso Rodríguez Padrón y el Director General de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez; para presentar su última novela, “La Estrategia del Agua”.
En el mismo lugar donde hace un año Lorenzo Silva presentó a Stieg Larsson, esta vez tuvo lugar la presentación de la última novela de los Guardias Civiles más famosos de España, Chamorro y Vila; una presentación atípica, puesto que “La estrategia del agua” ya lleva varios meses en el candelero literario, situándose incluso entre los tres libros más vendidos de La Casa del Libro. En ella, después de una presentación en la que se calificó a Silva como “el referente de la novela negra española”, tuvieron lugar las intervenciones de tres invitados de honor muy relacionados con la historia narrada en esta novela.
En primer lugar, en una intervención marcada por los gritos de los pavos reales del retiro, que en ocasiones hacían cómicas las palabras del invitado, el Director General de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, un hombre que inspira respeto y fuerza en su forma de hablar; alabó la forma en la que queda plasmada la relación entre la Policía y la Guardia Civil, sobre todo en ciudades como Madrid, en las que la Guardia Civil debe colaborar con la Policía debido a las jurisdicciones territoriales. En este sentido, mencionó algunos párrafos de la novela, en los que se puede leer cómo “los policías no somos tan patosos, aunque no sepamos desfilar como vosotros”, o “somos picoletos, pringados natos…”; resumiendo para finalizar que “es un libro interesante y divertido” y pidiendo “léanla, por favor” a la concurrencia.
Tras él, el Secretario General del Consejo General del Poder Judicial, Celso Rodríguez, admitió, en su caso, haberse quedado toda la noche leyendo la novela ya que “tiene un enganche monumental en el primer párrafo”; y admiró la veracidad con la que Lorenzo Silva trata temas tan candentes como la custodia compartida, la violencia de género, y demás asuntos espinosos, “no es una novela de especulación, nos lleva de la mano por la realidad”, con un cuidado y un detallismo especial al hablar de los jueces y el mundo del derecho.
Después, el Alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, en la intervención más larga de todas las que tuvieron lugar, agradeció varias cuestiones desarrolladas en la novela de Silva; en primer lugar, que estuviera desarrollada exclusivamente en Madrid, comentando cómo “Lorenzo Silva se ha enamorado del Madrid que describe”; apuntando, eso sí, que aunque “es una historia que puede haber pasado y que puede pasar”, en lo referente a la criminalidad de Madrid y la visión que se da de ella en la novela, “desde el año 2003 el índice de delitos y faltas ha disminuido un 18%”. También, que “se sentía especialmente orgulloso de la imagen que se da de la Guardia Civil”, y de la visión de esa España de hoy representada en el libro, “una España consciente de sus problemas y capaz de asumir sus metas”.
Por último, el autor agradeció las palabras de sus predecesores y, con esa labia tan característica en sus locuciones, explicó que, “este libro, en cierto modo, es un homenaje” en cuatro ámbitos; en primer lugar, al mundo del derecho, el cual “no está exento de una mirada crítica”, en el que podemos encontrar tanto a personas comprometidas con su misión de servicio público, como a otras no tan implicadas, “como en todas partes”. En segundo lugar, aunque Lorenzo dejase claro que el orden era aleatorio, a la Guardia Civil, comentando que “mi encuentro con la Guardia Civil fue bastante accidental”, y cómo “los intelectuales españoles nunca han tenido en cuenta a la Guardia Civil”, un grupo con el que Lorenzo tiene “un compromiso singular y sentido” , ya que “creo que tenemos un colectivo que ha hecho mucho por este país”; palabras que se vieron refutadas al observar el número de Guardias, vestidos de uniforme, que acudieron a la presentación como invitados. No en vano los protagonistas de su novela son brigada de este cuerpo, en el caso de Vila, y sargento, en el caso de Chamorro. Después, Silva explicó su tercer homenaje, a la ciudad de Madrid, “una ciudad que es la geografía de mi propio corazón”, en la que sus personajes intentan hacer cumplir la justicia, “simplemente justicia, y justicia dentro de la legalidad”. El último homenaje estuvo dirigido a los lectores, aquellos que siempre le preguntaron en los correos cuándo volvería Bevilaqcua a los estantes de las librerías, y a los que Lorenzo quiso dedicar “una novela que fuera de la España de hoy, de los españoles de hoy”, protagonizada por alguien que “ha perdido la partida” y que, a pesar de su desencanto inicial, lucha por aquello que cree justo con todas sus fuerzas, al igual que la gente de hoy, porque, como concluyó Silva, “todos tenemos algo por lo que luchar”.
Su intervención fue acogida con unos aplausos que no cesaron hasta el momento en el que se informó a los asistentes del ágape que podrían disfrutar a la salida del Pabellón, una noticia que también fue recibida con aplausos.
Mientras los invitados empezaban a degustar el cátering servido en el exterior, otros colegas escritores de Lorenzo, como Pedro de Paz y Javier Puebla, acudieron a felicitar al autor por su intervención y su última novela.