Todo el amor y casi toda la muerte.
Por José Luis Muñoz Díez.
Todo el amor y casi toda la muerte. Fernando Marías. Espasa. Madrid, 2010. 350 páginas. 19,90 euros.
Todo el amor y casi toda la muerte de Fernando Marías (Espasa 2010) ha sido galardonada con el Premio Primavera de Novela 2010. Es sin duda su mejor novela, la más madura. Fernando Marías tiene un estilo propio, fácil de identificar y difícil de clasificar. Ésta es una apasionante narración, de las que te hacen buscar un rato para seguir leyendo, que va más allá de un thriller de los etiquetados como psicológicos.
Se adentra en el oscuro terreno donde conviven la pasión y la locura; eso sí, pasión y locura no son la misma cosa, haciendo caminar al que la goza por la fina línea que separa lo real de lo soñado.
En Todo el amor y casi toda la muerte Fernando Marías vuelve a construir la carpintería de su narración con dos historias entretejidas, que avanzan de modo paralelo, situadas en los albores del siglo veinte y del veintiuno. Gabriel es poeta y pena por una mujer que sólo existe en su imaginación, obsesión que no le permite disfrutar del amor de Leonor, una mujer de carne y hueso. Un ejemplo de cómo la búsqueda de la quimera te distrae de lo que te brinda, con generosidad, lo real. Sebastián vive este convulso principio del siglo veintiuno y su historia es también convulsa, vive escondido y amenazado, en ella es donde el autor inclina el engranaje de su personal manera de hacer novela negra, pero este personaje tampoco se libra de vivir su propia quimera de amor por una mujer que le arrebató la muerte. A Gabriel y a Sebastián les une la propia existencia y sus avatares al creerse víctimas de una maldición que pertenece al mismo paisaje. No creo conveniente adelantar más del argumento, sólo decir que se lee con gusto, la trama engancha y sorprende hasta el final, dejando prendidas en el aire un buen puñado de incógnitas que entrañan a la existencia misma.
La escritura de Fernando Marías en esta ocasión es más barroca, está cuidada y muy elaborada. Este libro puede acercarle definitivamente al gran público, que es el destino natural de todo el que escribe. Animo que esta historia, que es un paseo a través del amor, del miedo y la muerte (robo un trozo de titulo al viejo Houston), atraiga a los lectores a las librerías, haciendo que Todo el amor y casi toda la muerte trepe por las listas de los libros más vendidos y dando a su autor el verdadero premio para un escritor: ser leído.