28 Salón Internacional del Cómic de Barcelona
Por Álvaro Pons.
Llámenlo como quieran: tebeo, cómic, historieta, novela gráfica, literatura dibujada, arte secuencial o bande dessinée si se sienten más galófilos. Pese a su multiplicidad esquizofrénica de identidades, el noveno arte, la expresión de la narrativa gráfica que alcanzó su mayoría de edad durante el siglo pasado ha llegado al moderno y futurista XXI con la intención de quedarse y ser protagonista de todo lo que se tercie. Ya no es la afición infantil que se miraba con tono paternalista y que causaba sonrojo en aquellos que se reconocían como adeptos. Es un arte, es una cultura, es un medio de expresión potente, sin el que no se puede entender la cultura y que forma parte ya de todo menú que se precie de buen paladar.
Hablar de tebeos, admirarlos y debatirlos es un ejercicio obligatorio de cualquier medio que se precie de respetar y amar la cultura. Y Cultura+ no puede ni será ajena al arrebato del arte secuencial y la narración gráfica, a la pasión por el tebeo.
Y qué mejor que comenzar justo en el momento que profesión y afición se unen en esa catarsis de amor por el cómic que el Salón Internacional de Barcelona. Cita obligada en la que los autores más importantes del cómic mundial se pasean junto a unos aficionados que a duras penas pueden reprimir las ansias de llevarse todas las novedades
que las editoriales han puesto a su disposición. Abrimos puertas al tebeo y a partir de la semana que viene esas novedades, en su expresión más conocidas de tebeo americano, europeo, manga o hispano tendrán su espacio aquí. Y se hablara de esa joyita que es el Duelo de caracoles de Pere Joan y Sonia Pulido, de la alegría de ver por fin editada en castellano esa obra maestra de la independencia más radical y controvertida que es el Cerebus de Dave Sim, de las propuestas renovadoras de fanzines como La Cruda, de la sabiduría del maestro Tardi al denunciar la ¡Puta Guerra! o de la rompedora ruptura de Ron Regé Jr. y su Skibber Bee-Bye.
Si tienen ocasión, acérquense a la cita barcelonesa y disfruten de ese ambiente único, de las exposiciones dedicadas al soberbio Príncipe Valiente de Harold Foster, a las relaciones entre Música y Cómic, a la retrospectiva del gran Vázquez.
La excusa es buena, disfrutar de los tebeos.