Pequeños pasitos, grandes lectores
Por Carmen Fernández Etreros.
En la década de los noventa los especialistas, los profesores y los medios de comunicación empezaron a alertar de las carencias lectoras de nuestra sociedad. Y entre todas esas carencias las que más alarmaban eran las de los futuros lectores: los niños. ¿Por qué algunos niños no alcanzan las destrezas lectoras? ¿Por qué otros no tienen tiempo para leer y sí para la televisión, videojuegos o Internet? ¿Por qué muchos profesores no se atreven a incluir los clásicos entre sus lecturas pautadas?
Muchos de los niños, los lectores del mañana, no tienen interés por la lectura. No leen más que las lecturas obligatorias propuestas en el colegio. ¿Y es indispensable leer?, nos podemos preguntar. Como señala José Antonio Marina en el prólogo a Animación a la lectura con nuevas estrategias de Monserrat Sarto, (SM, 1998), “leer, hablar, escribir, es decir, explicar, comprender y disfrutar el mundo con palabras es una condición indispensable para desarrollar la inteligencia humana”.
Poco a poco comenzaron en esa década las campañas de animación a la lectura por diversas instituciones y asociaciones, el fomento de la lectura entre los más pequeños en el colegio y en el ambiente familiar, la dinamización de las bibliotecas con actividades para fomentar la lectura para los niños como cuentacuentos, talleres, exposiciones…
Como señalaba la especialista en animación a la lectura recientemente fallecida Monserrat Sarto en su libro «…razón tiene Pennac cuando dice que la lectura no admite imperativo… Sólo diciéndole al niño ‘lee’ no se logra un niño lector”». Leer ante todo tiene que ser diversión, gusto, placer, ilusión… Obligar a un niño leer no suele ser la mejor alternativa.
Leer es básicamente comprender. Mediante la comprensión el niño podrá descubrir informaciones desconocidas, recrear la imaginación… Adquirir las destrezas lectoras básicas es el primer paso para comenzar la aventura de leer en solitario pero mucho antes cuando los niños tienen sólo cuatro, tres, dos e incluso menos del año disfrutarán seguro con los libros para prelectores y se establecerá ese primer contacto con los libros de una forma lúdica y divertida. Leer en voz alta el libro con el niño, comentar con él las imágenes, ayudarse con marionetas o voces de personajes, jugar a crear historias y situaciones…
Por suerte las editoriales incrementaron la publicación de libros para los prelectores y los pequeños lectores: pop-ups, troquelados, con olores y texturas para estimular sentidos como el olfato y el tacto, con pestañas y ventanas para descubrir y jugar… Y los álbumes ilustrados de editoriales como Kalandraka, OQO, Bárbara Fiore, Pintar pintar o Kóninos pequeñas obras de arte con las que disfrutan pequeños y grandes que cuentan con ilustraciones de gran calidad.
El día 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro y Madrid se vuelca de nuevo en La Noche de los Libros con actividades varias para que la lectura se convierta en una fiesta en las calles, en el metro, en toda la ciudad… Y no faltarán las actividades para niños en las librerías especializadas en literatura infantil y juvenil y las bibliotecas de la Comunidad.
Un mundo el de la lectura que puede explorarse desde la infancia, con pequeños pasitos, con la posibilidad de poder tener un libro entre sus pequeñas manos en el colegio, en las bibliotecas, en su habitación. Un divertido mundo para descubrir y jugar, con el que comenzar la aventura de leer.