Los ecos de Embrujo se cuelan en la novela fantástica juvenil
Embrujo. Nina Blazon. Madrid, Editorial Montena, 2010. 384 páginas, 14,96 €.
La literatura fantástica juvenil permanece ligada los últimos años, tras el éxito de fenómenos editoriales como Harry Potter o Crepúsculo, al universo de los magos y vampiros. Por eso sorprende encontrar entre las novedades de literatura juvenil una novela como “Embrujo” de Nina Blazon, editada por Montena, en la que aparecen personajes diferentes, los ecos. Una autora alemana poco conocida en nuestro país, pero que tiene ya publicadas varias novelas y de la que el año pasado Anaya editó El espejo de la reina.
La originalidad de “Embrujo” es la creación de un universo propio en el que conviven los humanos y unos misteriosos seres llamados ecos. Seres que habitaron en la ciudad en tiempos remotos y que han desaparecido, pero de los que se presuponen poderes sobrenaturales y maléficos.
La tranquilidad estival de una ciudad se quiebra cuando un grupo de rebeldes comienza a conspirar contra Lady Mar, la cruel soberana, por la subida de los impuestos. Al mismo tiempo aparecen los ecos que siembran el pánico entre la población. Pero un día todo cambia cuando Faun, un chico belleza nórdica, se instala con Tam otro extraño personaje y unas misteriosas jaulas tapadas en Larimar, la ruinosa pensión que regentan Jakub y su hija Jade. Aventura, rebelión, misterio, acción y lucha por la supervivencia y el poder, mientras la ciudad se resiste a los rebeldes, los cazadores y los ecos. Y como telón de fondo de la novela el amor imposible de Faun y Jade, los dos protagonistas.
Impecable la técnica narrativa que engancha al lector desde la primera página, y a destacar la habilidad de la autora que dosifica la tensión gracias al predominio de la acción y los diálogos sobre la descripción. En suma, una novela diferente y ágil que destaca entre las novedades de literatura fantástica juvenil.
Carmen Fernández Etreros.