Comienzo el libro de Laila Winter…

Por Jara Santamaría.

…con curiosidad; el pelo excéntrico de la chica de la portada llama la atención y promete una historia bastante original. Por el momento, las primeras cincuenta páginas lo corroboran.
La novela empieza fuerte, introduciendo al personaje de Jack Crow en una escena tensa e intrigante. Jack es un mercenario de aspecto frívolo que parece llevar una doble vida, pues además responde a encargos como “cazador de presas especiales”. Una conversación telefónica nos hará saber el nombre de su próxima presa: Laila Winter. Poca más información se ofrece, y así crecen aún más mis ganas de obtener respuestas. ¿Quién es Laila Winter? ¿Por qué Jack Crow quiere cazarla?
Tendré que esperar, seguro, para conocer la respuesta a la segunda pregunta, pero la primera queda bastante resuelta en los dos primeros capítulos, que configuran un completo marco de la protagonista. Laila es una chica acomplejada por su pelo verde, con dificultad para encajar en el colegio e inmersa en complicadas relaciones sociales. Un personaje que, pese al aura fantástica que la rodea, sirve de fácil espejo para cualquier lectora. Su padre es su principal sustento emocional, y será él precisamente quien por navidad le regale un curioso libro de páginas en blanco cuya explicación no es todavía revelada.
Hay muchas cosas que Laila desconoce sobre sí misma, y me arrastra con ella a su intriga. ¿Qué ocurre con ese libro? ¿Qué le ocultan? Preguntas que inquietan más con cada página leída, culminando con el ataque de un desconocido que arroja sal en su cara. La autora juega con el suspense, y el tono dinámico de su escritura me obliga a devorar el libro con rapidez.