[Madrid] Sábado 6-feb. Recital de Ángel Guinda, Noni Benegas y Gonzalo Escarpa
CPPC – CENTRO PERMANENTE DE POESÍA CRÍTICA
Poesía que no cede a la hipnosis
Librería Asociativa Traficantes de Sueños
c/ Embajadores, 35
Madrid
(X): Sábado 6 FEBRERO – 19 h.
Gonzalo Escarpa, Noni Benegas y Ángel Guinda
Gonzalo Escarpa (Madrid, 1977) dirige el colectivo de arte+creación+cultura+acción Redfósforo, el Laboratorio de Creación La Piscifactoría de Madrid y el grupo [sic]. Ha publicado la antología Todo es poesía menos la poesía: 22 poetas desde Madrid, los poemarios Fatiga de materiales, No haber nacido, Mass Miedo, Contrapoesía (junto a Eduardo Scala, Pedro Casariego Córdoba y Arturo Martínez) y el poema objetual mcetpm. En los últimos tiempos su trabajo se centra en el estudio de la poética escénica, las tecnologías de la oralidad, los componentes visuales de lo literario y la experimentación intergenérica, elementos que confluyen en un género que denomina ‘perfopoesía’.
Noni Benegas (Buenos Aires). Se instala en España en 1977. Ha publicado Argonáutica, La Balsa de la Medusa (premio nacional Miguel Hernández), Cartografía Ardiente, (premio del Ministerio de Cultura), Fragmentos de un diario desconocido (premio Esquío) y De ese roce vivo. Como antóloga selecciona junto con Jesús Munárriz a las poetas presentes en Ellas tienen la palabra: dos décadas de poesía española. Ha realizado también trabajos en torno a la teoría feminista y la cultura homosexual, y ha traducido el libro de Paul Virilio Estética de la desaparición. Figura en numerosas antologías y sus poemas han sido traducidos al francés, italiano, inglés, y chino.
Ángel Guinda (Zaragoza, 1948) es autor de los manifiestos «Poesía y subversión», «Antimanifiesto», «Poesía útil» y del ensayo El mundo de poeta, el poeta en el mundo. Ha publicado los libros de poemas Vida ávida, El almendro amargo, Conocimiento del medio, La voz de la mirada, La llegada del mal tiempo, Biografía de la muerte, Toda la luz del mundo, Claro interior y Poemas para los demás. Ha sido recogido en numerosas antologías.
Una mujer con un turbante alza
los pies. El tren
no está completo. Un encargado
le pide que los baje.
Está manchando ese asiento occidental azul
con sus pies negros orientales.
“Baje los pies”, le dice
como si ya lo hubiera hecho diez mil veces
de la misma manera
a la misma mujer.
“Tiene daño”,
le contesta una amiga
con el rostro tapado.
Sólo se ven dos ojos que dicen
“tiene daño”.
No sé si se refiere a la mujer
o al mundo.
(Gonzalo Escarpa)
OSTENDE AL SUR
Ostende tiene su homónimo en una costa al Sur.
Estando en Ostende al Sur se piensa, sin que conste,
en Ostende al Norte.
Se camina
por sus senderos de arena y se descubre
el viejo hotel, calco de las construcciones
fin de siglo de Montreux, o la ribera izquierda
de Ginebra.
Pero Ostende,
es una estación ruinosa en la provincia de Buenos Aires
frente al Atlántico;
es un juego descascarado de jardín
en una terraza brumosa;
es un arbusto rodando por la playa.
La herrumbre
trepa los muros abriendo puertas sobre las dunas:
es la que fulge quieta en todas las lanzas
de la escuela flamenca.
El devastado hotel existe para la luz del norte,
La que aquí sufre irriga, como un subsuelo fértil,
La composición feliz.
Ostende,
exangüe bajo el viento, al Sur.
(Noni Benegas)
SEMILLAS
Escribo con palabras
rotundas y sencillas,
con palabras de pan,
de aceite, vino, agua,
de casa, de la calle,
con ideas en bruto,
para que tú me entiendas.
Escribo con palabras
de grito y de silencio,
de azúcar, semen, sal.
Con palabras de barro.
de madera, de sangre,
de cemento, de plástico,
de hierro y de cristal.
Con palabras de carne,
con palabras de luz,
de sombra, transparentes.
Con palabras de vida,
con palabras de tiempo,
con palabras de amor,
con palabras de odio.
Escribo con semillas.
Sencillamente, escribo.
Escribo como vivo.
Escribo como soy.
(Ángel Guinda)