¡Sonría, por favor!

Los siete osos enanos. Émile Bravo. Editorial SM. Madrid.  13  páginas. 8,95€.Hay libros que desmitifican historias. Y hay historias edulcoradas hasta la médula con las que si bien hemos crecido y, aparentemente, somos normales y no nos han dejado traumatizados, sí que si se mira atrás se es perfectamente consciente de que el tiempo ha pasado por algunos cuentos que dejan al aire ciertos valores o hábitos o costumbres o… ¡vaya usted a saber!.

Pero que el príncipe ya ni es azul ni corre presuroso a salvar a la princesa, a la que se niega a besar porque aduce no conocerla, está tan a la orden del día como el que un pequeñajo que no levanta medio metro del suelo es más hábil con un gadget en las manos que su progenitor más cercano.

Si a eso se le suma que los cerditos, cual arquitectos experimentados, aconsejan edificar con ladrillos o que los siete enanitos siete pueden ser perfectamente siete osos enanos, por decir, nos encontramos ante el cuento de Émile Bravo “Los siete osos enanos”, publicado por SM.

En formato apaisado, para los padres es una sucesión de hechos hilarantes que nos hacen reírnos de nosotros mismos por, muchas veces, lo ñoño del hecho en sí o porque adaptan los personajes a los nuevos tiempos, como el flautista que aparece reconvertido en técnico especialista en desratizar hogares…

Para el destinatario final, el niño o la niña no es más que otra historia de final feliz en la que se entremezclan valores clásicos como la honradez o el valor con el pragmatismo que les ubicará en el término justo de lo que les rodea. Recomendable de principio a fin.

Merche Rodríguez