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"Atrapen a Minnie", de Lupe Gehrenbeck, gran autora venezolana

Por Horacio Otheguy Riveira

Es apenas un ejercicio de microteatro de 40 minutos de duración, y sin embargo se puede percibir el talento de una escritora con amplia trayectoria desconocida en España. Atrapen a Minnie, de Lupe Gehrenbeck, es la historia de Rosita Valdez, oriunda de Caracas en una ciudad de Estados Unidos en la obra original, aquí adaptada a la Puerta del Sol de Madrid donde va y viene muchas horas por sólo 30 euros. La adaptación madrileña no es un acierto, la fuerza del texto pierde mucho porque su interés radica especialmente en el problema de la inmigración en aquel país, más aún con los «de fuera» disfrazados de los superhéroes de los que se alimenta la cultura estadounidense, y de allí al mundo.

Se trata de un error lamentablemente muy común en el teatro nacional, adaptar, y así herir gravemente el mensaje original por afán de acercarlo a nuestra vida cotidiana. Salvando esta distancia y esforzándonos un poco en imaginarnos el mismo texto en una huida hacia delante acosada por la policía, a manera de cualquier buena historia del cine o la televisión americanos, la función cuenta con una estupenda actriz (Stephanie Bor) y otra actriz que la dirige (Paula Foncea). En sus manos, la divertida exhibición de quien llega agitada al modesto apartamento en que reside. Una diversión bañada en irónico sentido del humor que, como el disfraz del clásico personaje Disney, cubre una realidad amarga, día a día más complicada, pero también con gran capacidad de hallar manos tendidas, una cierta solidaridad entre iguales.

Rosita/Minnie nos cuenta, muy a su manera, que su vida corre peligro, pero, entre preocupación y verborrea, se lía a hablar sobre acontecimientos que necesita compartir casi desesperadamente porque sobrevive a base de ilusión, no es que le guste el muchacho disfrazado de Hulk, sino el propio Hulk con quien fantasea romance y tal vez tenga una cita… Todo su mundo de fantasía consolida un afán de supervivencia donde la realidad resulta demasiado incómodo; cómo si no seguir adelante y armarse de valor cuando llaman a la puerta para traer una pizza que no ha pedido y le aterroriza pensar que en realidad es la policía que la atrapará para deportarla «a un país en que te pagan en bolívares y te cobran en dólares».

 
 

Minnie (Stephanie Bor) llega a casa, huyendo de la policía. [Fotografía: Irene Zóttola].
 
 
Minnie (Stephanie Bor), ya sin disfraz, confiesa su mundo de inmigrante entre superhéroes. [Fotografía: Irene Zóttola].
 

ATRAPEN A MINNIE es una exploración en el sentimiento de quien emigra. En el terreno de la no pertenencia del que se vio obligado a mudar su casa, cambiar sus costumbres, hacerse nuevos amigos, después de abandonar los propios… Es una oda a su necesidad de pertenecer o de permanecer, que es lo mismo; a su necesidad de parecerse, que es también su necesidad de desaparecer. Los conflictos existenciales que acarrean todas esas operaciones emocionales por las que pasa cualquier emigrante son vistos desde la ternura, la solidaridad y el sentido de la justicia que no pareciera regir en las fronteras ni en los servicios de inmigración y, sobre todo, desde el humor que nos constituye y diferencia a los latinoamericanos del Caribe.

Lupe Gehrenbeck

 
Teatro OFF LATINA, sábados 20 horas, hasta el 21 de enero.

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