La víspera de casi todo

Por Marisa Arias.

Editorial: DESTINO

Publicación: 2016

Páginas: 411

Género: (Novela Negra) Thriller

Precio: 20, 50 €

Formato: Tapa dura

Sobre el autor:

De este autor  español hay mucho que decir dada su trayectoria. Ex funcionario de la Generalitat desde 1992 hasta 2012, saltó  a la fama con La tristeza del samurái en 2011, con el que consiguió Le Prix Du Polar Européen 2012, entre otros premios. Antes, en 2006, su libro El peso de los muertos consiguió el Premio Tiflos de Novela. Después vino Respirar por la herida en 2013 y Un millón de gotas en 2014 y con esta última se consolida en la literatura francesa actual al conseguir, junto con los dos otros únicos autores españoles, Vázquez Motalbán y Pérez Reverte, Le Grand Prix de Litterature Policière. Con La vispera de casi todo se hace realidad un premio español: Premio Nadal 2016.

Sobre la novela:

Este es el tercer libro que leo de este autor, por lo que, como lectora adicta a su estilo único que me considero, ya me encuentro ‘adherida’ a todo lo que publica. Como breve anotación diré que estuve en su presentación hace unos meses en Fnac Málaga y me llenó de satisfacción dicho reencuentro con su autor.

Esta novela transcurre en Costa da Morte (Galicia) en 2010 y empieza con un prefacio que arranca en Málaga. La trama es compleja, pero todo termina encajando de forma sublime.

Su protagonista, Ibarra, un curtido policía de La Coruña, se sumerge, por la crueldad de su situación personal y de la conciencia que arrastra, en una profunda tristeza. Aunque los héroes siempre serán héroes. Él será el encargado de sacar fuera más de una verdad aunque duela. En paralelo, la protagonista femenina, Paola, una misteriosa mujer que se esconde de su propia realidad, aterrizará junto con otros huéspedes en la casa de Dolores. Todos, o casi todos, arrastran fantasmas, dolor y demasiadas preguntas sin respuesta en sus vidas. O Mauricio, un anciano argentino en busca de una verdad. Todos hacen que sus almas pasen al espectador y sus historias sean las del lector. Porque son sufridores de su existencia, pero también luchadores. Escojo una de las frases del libro: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”.

Víctor del Árbol crea fuertes y muy diversas personalidades en los personajes que hablan por sí mismos, que le dan carácter y empuje a la trama. Igual que una perfecta ambientación descrita del momento y lugar. Nombres propios que, como aves marinas errantes, quedan atascadas en el fango maloliente y pegajoso que arrastra la mar a su orilla. Después de una gran tormenta renace un rayo de luz. Después de la agonía o el dolor renacen la justicia y la verdad.

Dar mucho detalle sobre la situación específica de los personajes o la trama sería como desvelar claves de la novela que prefiero y considero que el futuro lector debe descubrir, adentrándose en la tormenta de la costa gallega como en la realidad  de sus propias vidas.

La lectura es envolvente y crea una atmósfera que hace viajar al lector a distintos sitios y momentos de la época actual que refleja. Los personajes son numerosos en esta novela, lo que supone que las emociones siempre estén a flor de piel de alguna u otra forma. Hay buenos personajes secundarios frente a los que llevan el peso de la trama. Las historias se cruzan en el tiempo como si avanzaran estrepitosamente hacia el abismo. Por eso, el dibujo de la cubierta del libro es bastante significativo y habla por sí mismo. En la lejanía del paisaje gris marítimo del Atlántico se divisa una gran casa en la que convivirán varias vidas cuyos destinos se cruzarán seguidos por el rastro de una línea, el de la muerte. La vida es dura y esta novela lo confirma. Y el destino mezcla a su antojo nuestras vidas.

Solo me resta decir y avisar de que »La víspera de casi todo» puede apoderarse de nosotros y en eso Víctor del Árbol es el bendito y único culpable al ser cirujano de nuestras emociones.