Roberto Bolaño y el arte de escribir… y de leer
Reacio hasta su muerte a pertenecer a otra escuela que no fuera la poesía y la vida misma, el chileno Roberto Bolaño era tan antipático para algunos como generoso para otros. Afortunadamente sus lectores son los que siempre ganan en estas supuestas riñas, que lo hacen (aún a 12 años de su muerte) una de las escrituras más vitales para entender el presente literario.
En sus artículos y ensayos (reunidos en español en el volumen Entre paréntesis, editado por Anagrama) Bolaño despliega su imaginación a través de las lecturas que lo han acompañado desde siempre, o de hallazgos tan diversos como los poetas mendicantes del Distrito Federal, novelistas de ciencia ficción rusos, y una vasta cultura filosófica.
A pesar de que su fama póstuma se cifró gracias a novelas como 2666 y más especialmente Los detectives salvajes, lo cierto es que durante su vida Bolaño escribió decenas de cuentos y hacia los últimos años concedió interesantes entrevistas acerca del arte de escribir historias cortas. Aunque puede leerse en clave de una “poética del cuento corto latinoamericano” o algo así, los lectores que no estén interesados en convertirse en escritores podrán encontrar una mina intacta de lecturas y referentes que atraviesan las épocas y las tradiciones, ciñendo lo que podríamos considerar un pequeño canon de lectura para cuentistas.
Del arte de leer, finalmente, es de lo que se jactaba Borges en sus últimos días: estar orgulloso de lo que se ha leído más que de lo que hemos escrito.
Como ya tengo 44 años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos.
1) Nunca abordes los cuentos de uno en uno. Honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte.
2) Lo mejor es escribir los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco. Si te ves con energía suficiente, escríbelos de nueve en nueve o de 15 en 15.
3) Cuidado: la tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a escribirlos de uno en uno, pero lleva en su interior el mismo juego sucio y pegajoso de los espejos amantes.
4) Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.
5) Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral, ni en pintura.
6) Un cuentista debe ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así.
7) Los cuentistas suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel. De hecho, es notorio que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel. Gran error: ¡Deberían imitar a Petrus Borel en el vestir! ¡Pero la verdad es que de Petrus Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval!
8) Bueno: lleguemos a un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de este pasen a Alfonso Reyes y de ahí a Borges.
9) La verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.
10) Piensen en el punto número 9. Uno debe pensar en el 9. De ser posible: de rodillas.
11) Libros y autores altamente recomendables: De lo sublime, del Pseudo-Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; la Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters; Suicidios ejemplares, de Enrique Vila-Matas y Mientras ellas duermen, de Javier Marías.
12) Lean estos libros y lean también a Chéjov y a Raymond Carver, uno de los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo.
Un poeta que escribe , al tratar de escribir un cuento debe dejar de lado muchos de los procesos que ha aprendido y experimentado al componer sus poemas . El cuento es en si la narracion de una experiencia de vivencia propia o imaginativa , actual o atemporal ,que puede carecer de la intencion sensible de lo expresado en cuartetas o lineas .
Como escritor y poeta , jamas me atreveria a dar consejos determinados a quien desee escribir ;sea lo que sea lo que quiera expresar.Hacer poesia o escribir prosa es un acto de libertad individual , cualquiera sea el tema intentado.