Joaquina García Balmaseda: una directora decimonónica
La madrileña Joaquina García Balmaseda (1837-1893) fue una de esas contadas autoras decimónicas que publicaba en prensa sus obras y traducciones, teniendo tal repercusión su dedicación que llegó a dirigir, en aquella época, su propio periódico.
En sus inicios, su afán literario se combinaba con sus estudios de declamación en el Conservatorio, y trabajó como actriz durante unos cuatro años. Ya en la veintena empezó a publicar sus artículos, libros y poemas, sin abandonar su relación con el teatro, escribiendo varias obras dramáticas.
Los seudónimos que utilizó para acuñar sus escritos son de lo más diverso: Baronesa de Olivares, Aurora Pérez de Mirón, Adela Samb y Condesa de Valflores.
Entre sus libros sobre la educación de la mujer, destaca La madre de familia (1860), por ser declarado el texto oficial en las escuelas de primera enseñanza. Fue precisamente en el año de la primera publicación de ese tratado cuando comenzó a traducir del francés, del italiano y del inglés, numerosos folletines para La Correspondencia de España. Joaquina tradujo así las historias de Alphonse Daudet, Alejandro Dumas, Paul Féval, George Sand y Émile Gaboriau, entre otros. Además de ello, desde 1864, se encargó de la sección de crítica literaria del periódico.
Cuando la escritora se casó con Eustaquio González Marcos, adoptó su apellido, firmando desde entonces como Joaquina Balmaseda de González. No obstante, su enlace no fue impedimento para proseguir su carrera literaria.
Precisamente en 1883, cuando ya era colaboradora asidua de las revistas femeninas, comenzó a dirigir El Correo de la Moda, permaneciendo en su dirección hasta el momento en que, una década después, la publicación cerró.
FUENTE: Arbor. Ciencia, pensamiento y cultura.
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