Excelente parodia musical de «50 sombras de Grey»
Por Horacio Otheguy Riveira
A ritmo de pop, rock, blues y godspell, 5 actores-cantantes y 2 bailarines acrobáticos-cantantes, con tres músicos que les pisan los talones, se confabulan para lograr una comedia musical en la que se lucen con unas voces sensacionales interpretando canciones muy bien adaptadas al castellano, dejando que los términos coloquiales se expresen con libertad y calidad teatral, incluso en temas muy difíciles consagrados en todos los países donde se ha estrenado con gran éxito.
50 sombras de Grey es la primera novela de una trilogía que ha vendido casi tanto como la serie de Harry Potter, una primera parte que se introduce en todos los lugares comunes de la novela romántica hasta que aparecen elementos generalmente sólo presentes en la literatura erótica (con poca venta y leída a escondidas) como la disciplina a golpes de azotes bien hallados, la sumisión, el sadomasoquismo.
Un boom editorial inesperado en novelas escritas por una desconocida: E. L. James. Una trilogía literaria de creciente vena erótica basada en la pasión masoquista de una jovencita por un millonario que sólo encuentra placer en el sadismo [porque de niño le hicieron sufrir (sic)] ha tenido tal éxito internacional entre mujeres de diversas edades que los sociólogos y sexólogos no paran de dar vueltas como en un tiovivo descontrolado, alucinando por la novedad.
Más allá del fenómeno sociológico, se ha logrado esta vez un estupendo musical con un ritmo entusiasta y un equipo de excelentes profesionales. Se burlan de todo con una calidad admirable y dejan al público en condiciones de festejarse a sí mismo en un divertido encuentro con los placeres de la carne más oscuros, violáceos, perversos, disparatados y a la vez capaces de ser cantados por una joven dulce y virginal que nos susurra su manera de esperar a un «enorme» galán de galanes que la comprenda, pues…
Hay un agujero en mí…
Es este un tema recurrente, el leitmotiv de la función, cuya letra se va alterando y enriqueciendo hasta repartirse con un conjunto de voces que van del Hay un agujero en mí al Hay un agujero en ti… cuyo resto de letra me lo reservo para fomentar el nivel de sorpresa, ya que resulta tan divertida como fantástica en el arte del musical que parodia al propio género en sus momentos de romanticismo más exaltado.
En una época en que la liberación de la mujer alcanza cotas insólitas, las hay que suspiran por unir confort económico de sumisión plena con dependencia sexual que incluya un buen toque de padecimiento físico.
Pues bien, ha llegado la parodia musical, la sátira encantadora y a la vez salvaje de tamaño despropósito. Y las tres señoras que se reúnen para leer el primer volumen de 50 sombras de Grey, cantan no más empezar:
Algunos dicen que es una mierda
Pero a veces
la mierda está bien.
Si el Marqués de Sade (1740-1814) levantara la cabeza se divertiría un montón al ver que en el siglo XXI sus tan perseguidos placeres están admitidos en los hogares más corrientes y molientes, así que «El divino marqués» se convertiría en uno de estos personajes de sexualidad abundante y juguetona en la que todo el sadomasoquismo tan rigurosamente retratado en sus novelas, se queda en divertidas bromas que se cantan y se bailan, pero no por eso dejan de perseguir esas desenfrenadas horas en las que todo regocijo sexual es poco y todo orgasmo mero prólogo a los que están por llegar.
Estrenado en 2012 en Edimburgo, Escocia, este musical no ha parado de sorprender y de llenar salas lo mismo en Estados Unidos, que en Reino Unido, Alemania, Holanda y Francia. Curiosamente en España hay ya una tradición de musical que se ríe de sí mismo como género teatral, pero lo hace amándolo con entusiasmo y sin depender de gran escenografía, orquesta ni cuerpos de baile, basado fundamentalmente en la capacidad de sus actores-cantantes y eventualmente bailarines (el último valioso estreno en esta línea, Mierda de artista).
En estas 50 sombras de Grey musicales hay 7 magníficos artistas que dan el pego, a tal punto que lo mismo divierten a quienes detestan la novela como a quienes la adoran, con tal brillantez que en un momento determinado el protagonista contacta con las primeras filas de señoras y canta una divertidísima ruta por Madrid donde propone follarse (sic) a todas las chicas barrio por barrio. Lo que sería de una vulgaridad insoportable resulta una canción ingeniosa, muy bien conjugada, cantada e interpretada por Miguel Ramiro con un talento relajado excepcional, como si fuera lo más natural del mundo.
Un hallazgo que también invita a reflexionar. Sin ir más lejos, en el descanso conversé con unas desconocidas que tenía a mi lado: dos amigas que eran fans de la trilogía pero que se rieron a más no poder con el musical. Y les parecía perfecto unir lo uno con lo otro. Podrían ser personajes de la propia obra, libres y cantarinas para leer, vivir, fantasear y gozar con lo que les viniera en gana.
Musical en 2 actos con texto de Albert Samuels, Amanda B. Davis, Dorezas, Shelton and Ward.
Música y canciones: Albert Samuels, Amanda B. Davis, Dan Wessels, Jody Shelton and Ashley Ward.
Adaptación y dirección: Jesús Sanz-Sebastián.
Dirección musical: Guillermo González.
Intérpretes: Miguel Ramiro, Teresa Abarca, Celia Vergara, María Blanco, María José Santos, Ángel Padilla, Eva Manjón (bailarina/cover Anna), Sergio Arce.
En el Teatro Nuevo Apolo de Madrid desde el 8 de octubre de 2014.
Creo que no hemos visto la misma obra…Es pésima,carente de gracia y extremadamente soez. Una parodia que no es tal….perfectamente prescindible.
EL TÍTULO DE LAS 50 SOMBRAS DE GREY ES AHORA PELÍCULA Y SE ESTRENARÁ EN FEBRERO 2015. POR SU ALTA AFINIDAD CON EL SEGMENTO FEMENINO Y LA EXPECTATIVA QUE SU LANZAMIENTO HA GENERADO, ESTE FILME PODRÍA CAPTAR A MUJERES QUE TRADICIONALMENTE SON DIFÍCILES DE ALCANZAR.