La Musa de Compostela
Por Silvia Pato
María Francisca de Isla y Losada (1734–1808), conocida en su juventud como la Perla Gallega, nació en el seno de una familia acomodada, con ocho hermanos, entre los que destacó en los ambientes literarios. La autora hablaba latín, griego, italiano y francés, y escribía sus poemas tanto en gallego como en castellano.
Entre sus obras se encuentran Despedida de Lidia y Armindo (1770) o Romance al cura de Fruime (1775). La santiaguesa fue distinguida por la Academia de Bellas Letras de Lisboa, y durante su vida recibió el sobrenombre de la Musa de Compostela, o Musa Compostelana.
Sin embargo, si por algo era famosa esta gallega era por la correspondencia que mantenía con ilustres de la época, como el cura de Fruime o el arzobispo Bocanegra. Desgraciadamente, apenas se conserva alguna de sus cartas. Muchas de ellas fueron destruidas por la escritora, y otras desaparecieron.
No sucede así con la obra de su hermano, el jesuita José Francisco de Isla, cuya correspondencia se publicó en el libro Cartas familiares del P. José Francisco de Isla escritas a su hermana Doña María Francisca de Isla y Losada, y a su cuñado D. Nicolás de Ayala, entre otros.
Tan comentada era, sin embargo, la facultad de Francisca de Isla de redactar diversas cartas a un tiempo para distintos destinatarios, que tal hecho llegó a certificarse mediante acta notarial, el 23 de enero de 1774, en Santiago de Compostela, ante la atenta mirada del alcalde, once testigos y un escribano, que constataron cómo había dictado doce cartas a la vez, dirigidas a doce sujetos diferentes.
FUENTE: : Universidad de Sevilla
MÁS INFORMACIÓN: Podcast. O camiño da lingua.