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Paul Cèzanne, el albor de la modernidad

Por María J. Pérez.

 

Cèzanne. Site/Non-site

Museo Thyssen Bornemisza

Pº del Prado, 8. Madrid

 Del 4 de febrero de 2014 al 18 de mayo de 2014

 

BAÑISTAS 1880“Paul podrá tener la genialidad de un gran pintor, pero nunca tendrá la genialidad de serlo. El más pequeño obstáculo lo hace desesperarse”.

 

Con estas duras palabras, Emile Zola, amigo de juventud de Paul Cèzanne, emitía su juicio artístico y personal acerca del pintor que le llevaría en su vida adulta a separarlos para siempre.

 

Y, aunque gran crítico de arte, Zola se equivocó respecto a Cèzanne, como así lo demuestra la extraordinaria retrospectiva –primera en treinta años- que el Museo Thyssen dedica al artista,  donde se exploran entre otros y en profundidad, dos géneros que el pintor alternó: los paisajes y las naturalezas muertas.

 

Comisariada por Guillermo Solana, director artístico del museo, la exposición incluye 58 pinturas -entre óleos y acuarelas- que proceden de museos y colecciones privadas de todo el mundo, muchas inéditas en nuestro país, además de 9 obras de artistas consagrados como Pissarro, Gauguin, Bernard, Derain, Braque, Dufy y Lhote.

 

A lo largo de toda su carrera, Cèzanne cultivó estos dos géneros en paralelo que representan respectivamente el contacto directo con la naturaleza y el trabajo en el taller. Así, el subtítulo de la exposición, site/non-site, apropiado del artista y teórico vinculado al land-art, Robert Smithson, alude a esta dualidad entre exterior e interior. Dos conceptos antagónicos que se requieren mutuamente.

 

Una existencia humilde e incomprendida.

En ocasiones su inconformismo no le permitía trasladar al lienzo su objetivo, como así manifiesta en una carta a su hijo Paul: “Quiero decirte finalmente que, como pintor, me siento iluminado por la naturaleza, pero me cuesta muchísimo realizar esas sensaciones…”  

 

El magnífico artista fue un pintor incomprendido que supo saborear en vida el éxito tardío. Su conflictiva personalidad y extremada sensibilidad hace difícil el trato con los demás que con el transcurso de los años se va acrecentando hasta volverse huraño y solitario.

 LA MONTAÑA SAINTE-VICTOIRE 1904

Siguiendo los designios paternos, Paul Cézanne (1839‐1906) inició estudios de Derecho. Sin embargo, sus idas y venidas a París marcaron su verdadera vocación por la pintura. Una de las figuras más influyentes y su mentor, fue Camille Pissarro, con quien comenzó a pintar al aire libre, como dedica la muestra a uno de estos paisajes de Pissarro.

 

Asimismo conoció a Manet y se integró en la tertulia de los impresionistas del café Guerbois, participando en alguna de las exposiciones del grupo sin buena acogida por parte de la crítica y del público, además de ser rechazado sistemáticamente por el Salón oficial.

 

Su andadura más personal fue fruto de su alejamiento de los circuitos artísticos imperantes del momento y comenzar un estilo propio a partir de 1878, en que se trasladó a vivir con Hortense, su mujer, a L’Estaque, cerca de Marsella.

 

Su reconocimiento, aunque rezagado respecto a otros artistas como Monet y Renoir, vino en 1895 con su primera exposición individual en donde presentó 150 obras en la galería de Ambroise Vollard.

 

En otoño de 1906 Cèzanne es sorprendido por una fuerte tormenta mientras pintaba al aire libre, a los pocos días fallece de una afección pulmonar. Su exposición póstuma, celebrada en París en 1907, fue toda una revelación, con gran influjo en el fauvismo y desencadenante del comienzo del cubismo.

 

Retrato de un campesino

Durante toda su vida, Paul Cèzanne residió entre París y el sur de Francia, hasta que en 1900 se recluyó definitivamente en Aix-en-Provence, su ciudad natal, donde se dedicó prácticamente por entero a pintar al aire libre los paisajes y los campesinos de los alrededores de la región en la soledad de su nuevo estudio.

 

En los meses de calor, pinta en la terraza rodeada de árboles. Los modelos que posaban para él en las interminables sesiones les ruega inmovilidad absoluta, la misma que los objetos de sus bodegones. No le interesa plasmar la individualidad de las personas que retrata.

 

NATURALEZA MUERTA CON CEREZAS Y MELOCOTONES 1885-1887

“Retrato de un campesino”, el primer cuadro de la exhibición y uno de los últimos de su existencia, denota su particular visión espacial en la que proyecta una figura intermedia entre el estudio y el exterior –el modelo se sitúa en la terraza del estudio del pintor- en donde el lugareño, sin rostro ni mirada, nos adentra en su personal perspectiva.

 

 

Site, su trabajo de estudio

El artista otorgó una gran importancia a la representación plástica de los objetos inanimados en la que alcanzó en su madurez una gran desenvoltura y  maestría.

 

Su trabajo de taller, lo interpreta sobre distorsiones de la perspectiva que propone una profundidad de campo, sobre bases dimensionales con medios exclusivamente artísticos, rompiendo así con la concepción tradicional de profundidad, definida por planos sucesivos, para captar la estructura interior de las cosas.

  

Los objetos descansan los unos en los otros como en un frágil equilibrio.
Frutos, jarras, ollas, platos, muchas veces encima de un mantel blanco, procuran evitar cualquier impresión de artificio y de refinamiento logrando de este modo una consistencia.

 

Forma y color son para Cèzanne caras de una misma moneda. Su lenguaje se materializa en áreas de color planas, donde las pinceladas configuran la superficie del lienzo, construyendo así tanto la forma como el volumen de los objetos reduciéndolos a formas geométricas básicas, y plasmando una nueva versión de la realidad.

 

PASEO EN CHANTILLY 1888

 Non-site. Pintura al aire libre

Los paisajes al aire libre son la categoría que domina su obra y que abarca la mitad de su producción total.

 

Las curvas de los caminos nos adentran en el cuadro, en una mirada desde arriba y hacia el interior, para toparnos reiteradamente con rocas, árboles o casas después de haber recorrido parajes sinuosos.

 

Uno de los motivos dominantes en sus cuadros es la montaña de Sainte-Victoire que construye con manchas de colores en absoluta libertad, donde no es posible identificar por separado la vegetación o las construcciones. Solamente se reconocen en el conjunto de esos elementos.

 

La naturaleza no está en la superficie si no en la profundidad y los colores son la expresión de esa profundidad.

 

Armonía entre las figuras y la vegetación

Otro de los temas que emplea son las figuras humanas moviéndose libremente en el paisaje. El artista realizó sobre este motivo un total de diez cuadros, bocetos y pinturas de los que tres de ellos se exponen en la muestra.

 

“He aquí el clasicismo al que yo aspiro” Le dice Cèzanne a Gasquet, refiriéndose a la elección de esta temática y que radica en la admiración que el artista sentía por los pintores clásicos en continua búsqueda de la armonía del hombre con la naturaleza.

 

Para estos paisajes con figuras, Cèzanne se sirve de los estudios preparatorios de desnudos que había realizado en la Académie Suisse de París, y de los dibujos que ejecutó en el Louvre de Delacroix, Rubens, Miguel Angel, Rafael, Veronés o Poussin, así como las esculturas de la Antigüedad y del Barroco.

 RETRATO DE UN CAMPESINO 1905-1906

En esta serie de bañistas, figuras toscas y rígidas, Cèzanne pretende anular todo rastro de erotismo para hacerlas surgir como seres espirituales, ligándolas íntimamente con la vegetación de una forma ligera y natural en una unidad donde el tiempo no juega un papel relevante.

 

Considerado “el padre del arte moderno”, Paul Cézanne, uno de los pintores franceses más representativos de la segunda mitad del siglo XIX, quiso lograr como objetivo en sus obras la mayor armonía posible mediante personificaciones de un mundo que estaba por llegar y cuya continuidad vino en las posteriores vanguardias.

 

Su particular forma de entrelazar los motivos pictóricos formó un conjunto indivisible de trazos, formas y colores. Estos últimos, como único elemento constitutivo de la imagen donde los paisajes y las naturalezas muertas se asimilan inversa y proporcionalmente. 

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