Una bruja está borrando la ciudad

 

 

Por Carmen Fernández Etreros.

 

 

A veces la casualidad o la suerte ayuda a encontrar libros infantiles muy especiales capaces de recuperar la magia de la lectura. Eso es lo que me ha ocurrido recientemente con Una bruja está borrando la ciudad de la escritora Raquel Miguez, una historia divertida, ágil y muy original. Un cuento inteligente que me he leído de una sentada cuyos protagonistas son Guille un niño de ocho años y dos brujas muy especiales.

 

Raquel Míguez con un estilo ameno y original nos cuenta la historia de Guille un niño de ocho años curioso y valiente que una tarde cuando huye de unos chicos del cole los “Taraos” que le están persiguiendo, llega a un caserón abandonado. Allí  Guille conoce a un extraña mujer Úrsula Belladona y a su serpiente. Pronto se dará cuenta Guille de que se trata de una verdadera bruja pero la mujer lejos de asustarle le encargará una misión más propia de un superhéroe que de un niño de ocho años: salvar la ciudad en peligro por el embrujo de otra bruja Vitoretta. Guille, que para la misión se pondrá de nombre Peter Parker, tendrá que descubrir a otra bruja borrando la ciudad a la que le falta un dedo gordo del pie…

 

Una bruja está borrando la ciudad  es en suma un cuento divertido cargado de misterio en el que la autora nos atrapa desde la primera página y que mantiene hasta la última la tensión.  La autora además juega con la historia y sobre la creencia general en la maldad de todas las brujas, y hace que el lector se divierta con las vueltas de tuerca que va dando a la historia. Un buen descubrimiento para que lean los pequeños lectores a partir de ocho años.

 

Publicado en Pizca de papel