El arqueólogo y Agatha Christie
Por Silvia Pato.
Después de la desaparición de Agatha Christie (1890-1976) y su posterior divorcio, la famosa escritora de misterio emprendió, en 1929, un viaje en tren, en solitario, en el Orient Express, que la condujo hasta Irak.
En Irak, Christie visitó las excavaciones en Ur que llevaba a cabo Sir Charles Leonard Woolley, invitada por la esposa de este, Katharine, quien acabaría convertida en la Louise Leidner de Asesinato en Mesopotamia. Tan satisfactoria fue la visita, que el matrimonio la invitó a regresar al año siguiente.
Fue entonces cuando la autora de Diez negritos conoció al arqueólogo Sir Max Mallowan (1904-1978), asistente de Woolley, y con quien se casaría en 1930.
Al contrario que lo sucedido con su primer marido, Christie declararía que la relación con Mallowan, catorce años más joven que ella, había sido la alegría de su vida. Desde aquellas fechas, la arqueología fue una constante en sus novelas, contribuyendo a ello el hecho de que la pareja se pasara años trabajando y viviendo en las excavaciones. Durante los años treinta se sucedería la publicación de Asesinato en el Orient Express (Murder on the Orient Express, 1934); Asesinato en Mesopotamia (Murder in Mesopotamia, 1936); Muerte en el Nilo ( Death on the Nile, 1937); y Cita con la muerte (Appointment with Death, 1938).
La influencia de la arqueología fue tal en la vida de Agatha Christie que llegó a escribir un ensayo autobiográfico sobre el día a día en los yacimientos arqueológicos: Ven y dime cómo vives (Come, Tell Me How You Live, 1946).
Se cuenta que, en una ocasión, Christie le preguntó a su marido: «¿Por qué estás con una vieja como yo?»; a lo que él contestó: «Soy arqueólogo, querida. Cuanto más vieja seas, más te querré».
Más información:
Museums: In the Field with Agatha Christie. Archaeology, volume 55. Number 2. March/April 2002
La arqueóloga Agatha Christie. El Correo, 1 de marzo de 2013.
Mi abuela Agatha Christie. Crónica El Mundo, 4 de noviembre de 2001.