ArteEntrevistas Arte

Entrevista a Ascensión González Lorenzo, Premio Bancaja de Escultura, Pintura y Arte Digital 2011

 

 

Por Cristina Chumillas.

 

Una de las jóvenes artistas multidisciplinares más interesantes del panorama artístico nacional, Ascensión González, nos habla de su obra, conceptualmente compleja y sorprendente por su diversidad plástica. Su calidad radica en la amplia heterogeneidad con la que expresa su reflexión intelectual y su sensibilidad ante la sociedad, con una técnica depurada, sutil y elegante.

 

 

Trabajas varias disciplinas, destacando la escultura, pero en todas ellas el nexo es el mismo personaje hierático, sin rostro, asexuado. ¿Por qué este narrador?

 

En cada uno de mis trabajos decido el medio más adecuado para conseguir expresar lo que quiero. De este modo, cada creación determina su medio. Yo no soy partidaria de clasificar las obras por géneros, no creo en las fronteras entre disciplinas. En mi obra utilizo todas las técnicas que necesito. Empecé mi obra pintando, pero llegó un momento donde el lienzo plano no me daba todas las posibilidades de trabajo que yo necesitaba para expresarme. Necesitaba trabajar en el espacio, pero no el espacio virtual que se crea en un lienzo, sino moverme en el espacio, trabajar con las manos los materiales y tener un contacto directo con ellos. Una vez llegado a este punto, con estos personajes que creo y que presento en situaciones de diálogo, a veces absurdas y con cualidad un poco teatral, me surge la necesidad de darles movimiento. Al principio, fue un movimiento más mecánico y es el propio espectador el que lo ponía en marcha, después, fui introduciendo el vídeo.

 

El personaje blanco es común en casi todas mis obras. A través de él expreso mi visión personal, mis emociones, mis sentimientos y mi manera de entender el mundo colectivo donde vivimos. No creo en la obra que es puro esteticismo o puro virtuosismo técnico. Sin concepto, sin una base detrás, sin intentar transmitir emociones, no creo que pueda existir la obra de arte.

 

 

Por su aspecto transmite frialdad ¿Está falto de emociones?

 

En este mundo se supone que vivimos en sociedad, en clanes, en familias para facilitarnos la convivencia y el bienestar. Aunque en realidad, y al final de todo, el ente humano ha de luchar solo, sobre todo con sus emociones y sentimientos.

 

En estas piezas investigo y pregunto continuamente sobre la identidad del individuo, sobre su postura y su posición en la sociedad cada vez más global, buscando el equilibrio entre la fuerza en número y la homogeneidad. Están presentes las jerarquías de poder que existen en nuestra sociedad y en nuestro tiempo, como el dominio, el poder, el abuso, el miedo y también la comunicación. Hablan de un tiempo y de un orden diferente de las cosas, de la posibilidad de comunicación que es más complicada y quizás más esperanzadora.

 

Este ser no es frío sino más bien pasivo. En el caso de la obra El herido, es irónico que sea una pistola la que dispara las palabras del poema de Miguel Hernández, sus ideas, que son las mismas que desencadenan el trágico final. Letras y palabras engullidas por el personaje, siendo ahogado por su propio fluido sanguinolento. En mi obra la pistola dispara letras y palabras de sangre. Palabras que nos tragamos sin rechistar. Las oímos, las registramos y nos las creemos. Las absorbemos y nos habituamos a ellas. ¿Nos manipulan?, ¿Nos mienten? No importa, nos lo tragamos todo y acabamos ahogados en nuestros propios fluidos. Lo digerimos, lo aceptamos todo sin más, entramos en el juego de lo que nos han disparado, lo hacemos propio, y luego nos quejamos que nos arrastra y nos ahoga. Desde hace mucho hemos colaborado en crear esta sociedad que ahora nos agobia y nos atrapa. Es una bola a la que le damos vueltas, y cuantas más vueltas le damos más se extiende su influencia hegemónica. Y a nivel personal tampoco hemos sido capaces de escapar de lo que nos exaspera, enfurece o simplemente creemos que no funciona.

 

Tu obra parece estar cargada de mucha base conceptual, ¿es así?

 

Considero que ninguna obra se crea al margen de nada. Todo está relacionado y, en arte, como en otras disciplinas, influyen tanto los factores sociales, económicos, políticos, personales y un largo etcétera. Cualquier creación es un reflejo de la sociedad donde se vive, de las experiencias personales, de nuestra cultura y de todo lo que nos rodea y hemos vivido. El desarrollo de mi práctica artística tiene mucha relación con mi investigación teórica, mi tesis doctoral, por ejemplo. En esta reflexión, tanto intelectual como de creación artística analizo, por un lado, conceptos como el cuestionamiento de las denominaciones que se crean alrededor de las prácticas artísticas actuales, a mi modo de ver encorsetándola y, por otro el debate en torno al papel humano en el arte de hoy. Por tanto, sí que creo que mi obra tiene una base conceptual.

 

Personajes solitarios que en ocasiones se organizan en colectividades. ¿Una forma de humanizarlos?

 

La ironía y la metáfora están muy presentes en mi obra. Presento situaciones, momentos concretos, circunstancias, algunas de ellas metáforas o fantasías, otras reflejos de una realidad social o personal. Unas pueden parecernos situaciones absurdas. Sueños que chocan con la realidad de la sociedad en la que nos movemos, o pueden parecernos cuerpos sin identidad. Tanto si es el individuo el que actúa y se encuentra solo, como si son grupos en masa los representados, lo que pretendo es que el espectador reflexione sobre las conductas socialmente establecidas. Sobre los roles asignados a cada grupo o individuo, bien por la sociedad bien por autoimposición.

 

Personajes en grupos grandes que se enfrentan, o buscan su identidad, parejas que dialogan o individuos solos. Siempre que hay una interpretación, una lectura, todos estos retratos de personajes ficticios y anónimos, interactúan y dialogan, asumen el potencial de muchos significados, un rol, una función. Se mezcla lo literal con lo metafórico, lo irónico con lo trágico, lo familiar con lo enigmático. Surgen emociones y sentimientos contrarios que convergen.

 

Estos seres están despojados de artificios. Son directos, su mensaje lo es. Pretendo presentar con ellos lo esencial trabajando desde la sencillez que llega directa. Creo que mi obra es rotunda y contundente, y a la vez delicada y frágil, tanto en sentido figurado como literal y físico. Estos individuos buscan cuáles son sus límites, los límites de la individualidad, las fronteras del individuo, sus angustias, sus opresiones, sus sueños, sus ansias de volar… Como dijo Carl Gustav Jung “uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad …”.

 

Impotencia, Con el agua al cuello, Unión, enfrentamiento, separación… ¿Son estas obras un reflejo del momento que estamos viviendo?

 

Efectivamente. Es una interpretación de nuestro mundo a través de la expresión plástica. Espejos de la realidad, de alguna manera. Símbolos que reflejan nuestro universo y nuestro mundo. Nuestro espejo. Son poesías visuales, poesías escultóricas. A través de guiños, juegos y símbolos estos personajes funcionan en un mundo de espejos y alusiones. No se trata, por tanto, de un esteticismo vacío y sin sentido o gratuito.

 

Pueden parecer escenificaciones de cuestiones individuales o colectivas a través del hermetismo de estos seres, que a través del poder narrativo, nos trasladan a un mundo de historias y narraciones. Junto a un dramático escepticismo, podemos ver también una visión irónica que nos hace reflexionar por qué hemos llegado ahí, dejándonos una vía a la restauración de la fuerza para librarnos de lo que nos ahoga, para lograr ilusiones y sueños.

Con el agua al cuello puede parecer una representación dura pero creo que tiene un punto de humor, el reflejo de una imagen que todos tenemos clara. Ellos están tan tranquilos en su piscina de agua que parece no tener fondo. El abismo está realmente bajo sus pies, con ese espejo que les devuelve su reflejo. Reflejo de lo que son, de dónde y cómo viven, ese es el quid de la cuestión, no el agua que no llega a ahogarlos, que simplemente está quieta y les rodea. El agua es transparente, y les deja ver y que les vean. El abismo es profundo e interior, no viene del exterior. El agua exterior es una excusa que se ha puesto este ser para quedarse paralizado. Una excusa para no luchar. Una excusa para permanecer quieto a la espera.

El problema es no creerse capaz de cruzar la línea, no creerse capaz de conseguirlo, nuestros miedos, nuestros temores nos atan y al final nos manipulan. Mi mensaje es un poco: «para y reflexiona, mira, piensa, no te dejes llevar». De alguna manera el mensaje es: «despierta, deja de lamentarte, salta, vuela», ahí está la ironía con lo representado.

 

¿Por qué la porcelana? ¿Qué proporciona este material a tu obra?

 

La cerámica lleva un proceso de trabajo largo, pero también te permite trabajar rápidamente con la copia y la repetición partiendo de moldes. Yo aprovecho este mismo sistema, el molde, tanto para realizar piezas en resina, en materiales plásticos, en porcelana o en plomo fundido.

 

La porcelana para mí es un material fabuloso que me permite expresar todo lo que quiero. Por una parte es blanco, por lo que puede absorber todo lo que yo quiero transmitir y reflejarlo después. La ausencia de color me permite jugar con elementos sin que otros tonos connoten o interfieran en la interpretación. Es decir, este personaje absorbe lo que ocurre a su alrededor y nos devuelve el reflejo. Por otra parte es un material que a la vez es muy resistente y duro, prácticamente no se puede agujerear una vez cocido, y a su vez es muy frágil y con un golpe se parte en mil añicos. Es una metáfora perfecta de lo que les sucede a mis personajes, frágiles y resistentes a la vez. Luchadores e impotentes, soñadores y enmascarados, con alas para volar pero atrapados en sus corazas, separados de sueños e ideas por barreras, inanimados y activos a las vez. Estas son algunas de las contradicciones con las que luchan constantemente estos seres. Este individuo es capaz de tragarse todo lo que está a su alrededor, por duras que sean las palabras o los mensajes, aunque estén impresos en sangre. Sangre que se imprime en su superficie blanca con facilidad. Letras y palabras que son absorbidas por su ser, hasta que en un momento dado lo asfixian y lo ahogan. Como te comento, las metáforas y las ironías son permeables en este material poroso. Es por ello que sólo está bizcochado, es decir que lleva una única cocción a alta temperatura y no están vidriados ni esmaltados. Es diferente el caso de los personajes de oro. Éstos llevan un esmalte con un 10% de oro sobre una base transparente. En este caso, se trata por tanto de tres cocciones. Estos individuos ya se han dejado impregnar por “el oro”. La avaricia, la opulencia, el abuso ya les ha hecho mella y ha dejado su huella.

 

Primer Premio Bancaja, exposiciones individuales, ferias de arte… ¿Tiene Ascensión González los pies en el oro?

 

No, en absoluto. Mi obra es bastante irónica. No pretendo criticar ni adoctrinar a nadie. Simplemente reflejo e interpreto lo que veo que ocurre a mi alrededor desde un sentir de la vida personal. En este caso, no me refiero al oro como metal precioso, sino como la opulencia que representa, al abuso, despilfarro, malversación de fondos o todo lo que el “oro”, como valor, implica. Es decir, aquí para mí, el valor material y los valores éticos/morales se intercambian. Desde luego no me gustaría caer en eso mismo que señalo. Los premios, las exposiciones o ferias dan mucho trabajo, y normalmente pocos beneficios,  de momento, no dan como para que trabajes relajadamente. Son recompensas que vas recibiendo, pero con cuentagotas, con mucho esfuerzo y dedicación. Espero que, aunque la situación algún día pudiera ser diferente, esto no cambie mi visión, ni mi ideología, mi concepción del mundo o los conceptos de “justicia”, por ejemplo, que ahora mismo rigen la representación de mi obra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *