Merzbow – Another Merzbow Records
Por Sergio Sánchez.
El artista nipón Masami Akita es el representante más importante del ruidismo (1) mundial. Pionero de este género que hereda tanto de la música seria contemporánea como de la música más underground de la contracultura, refleja fielmente el interés cuasi religioso que sienten los japoneses por este tipo de sonidos, formando un subgénero con una idiosincrasia estética musical propia: el conocido «japanoise».
Merzbow (su nombre artístico) es, pues, un auténtico icono de culto de la música más extrema y subversiva, y le avala una discografía monumental y excelsa con más de trescientos discos publicados. Ahora regresa nuevamente con este necesario «recopilatorio de recopilatorios», ya que no es el primero que edita en alguno de los sellos referenciales con los que suele trabajar. Eso sí, es el más definitorio de todos por la gran capacidad de síntesis de su última época musical y por cierto, más prolífica.
Es una edición de tres cedés que resume su época digital (antes componía con instrumentos analógicos, y actualmente a través de laptop) desde 1991 hasta 2001.
Para más inri, es una edición limitada de mil copias y está editado por el sello Dirter Promotions.
A mi juicio, este es un recopilatorio de tres cedés es necesario, porque fue la época en la que este «estilo» salió de las catacumbas para adentrarse, por fagocitación, en el mundo pop y en el de la industria musical menos acomoda; y también porque la persona que se precipite a este nuevo submundo musical no saldrá defraudado y mucho menos neutral.
Tendrá una oportunidad única para descubrir que otros mundos existen, y con esta caja recopilatoria, tendrá una parte importante de este universo lleno de peligros, pero también de nuevas sensaciones repletas de auténticos asteroides y agujeros negros.
En poco más de dos horas y media, podremos escuchar un período concreto de su obra, el de la década de los años noventa, que abarca su títulos más prestigiosos, comprendiendo, en todo su esplendor, su famosa sentencia: «Si por noise nos referimos a un sonido incómodo, entonces la música pop es ruido para mí».
Este escultor de auténticas tormentas sonoras representa objetivamente una concepción de la música experimental hija de su tiempo; el del capitalismo en su momento actual de residuo post-industrial.
Quien se atreva a profundizar en estas «músicas» extremas, llegará a una conclusión:
La música se nutre de una materia prima, los sonidos.
Según el musicólogo Jean Jacques Nattiez, «la frontera entre la música y el ruido se define siempre en términos culturales, lo que implica que, incluso dentro de una misma sociedad, esta frontera no siempre pasa por el mismo sitio; en resumen: raramente se llega a un consenso… En ningún caso puede decirse que exista un único concepto universal que defina qué es la música”.
La polémica está servida: el ruido es bello.
(1) Variante musical de la música experimental que utiliza «sonidos» compuestos de elementos sonoros no ajenos a la tradición musical. Carece por tanto de muchos de los elementos de la estructura musical como la armonía o el ritmo. Un músico ruidista o noise (en inglés) puede incorporar, por ejemplo, cualquier elemento sonoro, desde grabaciones manipuladas, ruidos de máquinas, utilización de diversos instrumentos musicales como meros objetos sónicos, retornos de varios tipos, resonancias grabadas del entorno, elementos vocales no musicales, elementos electrónicos, sonidos mecánicos e industriales, etc.
A este estilo también se le conoce en el mundo anglosajón como Power Electronics.
es una lástima que las personas , que se encargan de preparar la pagina corerspondientes a la cartelera del mes de agosto del cine Madre Cabrini, se olvidaron. gracias.